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lunes, 28 de enero de 2013

Twisted Transistor (Recopilación de tomas)

Os presentamos esta recopilación que ha hecho Taz, uno de nuestros integrantes, en la que se pueden ver diferentes zonas de entrenamiento en Madrid.

¡Esperamos que lo disfrutéis!

martes, 15 de enero de 2013

Inauguración gimnasio Soforem, clases de Parkour Indoor


Desde PKMD trabajamos para poder ofrecer clases de parkour a aquellas personas que desean iniciarse o mejorar en esta disciplina. Para ello contamos con la ayuda de Soforem, un centro deportivo donde aprender y practicar Parkour Indoor de forma segura y divertida.[más]

Este mismo fin de semana, el sábado 19 y el domingo 20 de enero, es la inauguración y habrá puertas abiertas para aquellos que quieran acercarse a conocerlo, eso sí, será necesario reservar la asistencia, ya que el aforo es limitado:


Este pequeño vídeo muestra el gimnasio y todas las posibilidades que ofrece:


Para más información:

www.parkoursoforem.com

sábado, 12 de enero de 2013

Primeros auxilios en las lesiones - Revisión del método P.R.I.C.E.

Cuando sufrimos un trauma, ya sea practicando deporte o en nuestra vida diaria, puede dañar tejidos de nuestro cuerpo en la zona o zonas o donde se ha producido el mismo. Nuestro cuerpo es inteligente, y tiene sistemas propios para tratar, reparar y remodelar estos tejidos dañados mediante el proceso de la inflamación por ejemplo. Pero este y otros procedimientos de reparación también generan ciertos factores que dificultan que se lleven a cabo, como el edema (hinchazón).

 Actualmente existen dos métodos, respaldados por continuos y numerosos estudios científicos (ensayos clínicos, revisiones sistemáticas, etc…) tras el paso de los años, que resultan los más eficaces: la criocinética y el tratamiento estándar de crioterapia (P.R.I.C.E.). Se ha demostrado que la criocinética es más efectiva y acelera considerablemente la recuperación, sin embargo esta tiene que ser realizada por un fisioterapeuta profesional. El método P.R.I.C.E. también da buenos resultados, y a día de hoy sigue siendo la elección ante una lesión como “primeros auxilios” y que puede ser realizado por cualquiera que lo conozca.

Todas las lesiones músculo-esqueléticas (músculos, huesos, tendones, ligamentos, articulaciones, nervios y tejido conjuntivo) se pueden tratar con este método; que no es más que cinco conceptos fundamentales, que juntando sus iniciales nos dan este nombre.

Protección: aunque pueda resultar evidente, es muy importante que la zona afectada no reciba más daño y empeore la lesión. Esto se puede realizar mediante alguna órtesis (tobilleras, muñequeras,…) o un vendaje. En caso de encontrarse al aire libre y de no disponer nada también se improvisar un entablillado de la zona afectada.

Reposo: es importante el descanso de la zona afectada para que puedan producirse los sistemas regenerativos del propio cuerpo. También genera la disminución/eliminación del dolor, muy importante, ya que el dolor de la lesión aguda tiene reacciones perjudiciales como la inhibición neural, que produce atrofia de músculos estabilizadores, empeora la cicatrización, etc…) Pero el reposo debe de ser solamente de la zona lesionada. Es necesario realizar ejercicio activo (cardiovascular, potenciación y flexibilización) de las zonas no afectadas, ya que aumenta el aporte de oxígeno al tejido que se está reparando y le somete a un aumento de tensión que favorece la reorganización del colágeno, importante para evitar secuelas.

Hielo (Ice): produce vasoconstricción y bloqueo nervioso (analgesia). Hay que tener cuidado con la duración de las aplicaciones, ya que depende de la capa de grasa subcutánea que haya según la zona corporal. El hielo en sí no puede reparar el daño ya causado en los tejidos, pero puede evitar que se expanda por los tejidos vecinos mediante un proceso que se podría describir como de “invernación”, disminuyendo el metabolismo de la zona evitando que mueran más células. Es por esta razón que el hielo hay que aplicarlo justo después de la producción del trauma o lesión, así además se evitará la producción del edema (hinchazón) y sus posteriores secuelas.

Compresión: produce una reducción mecánica del edema. La mejor manera de conseguir esto es mediante el vendaje elástico circular, que ejerce una presión firme y regular. Esta compresión actúa aumentando la presión fuera de los vasos, por lo que disminuye la permeabilidad de los mismos y a su vez favorece la reabsorción de líquidos. Su máximo beneficio comienza cuando aparece el edema y mientras éste sigue presente.

Elevación: tiene que ser por encima del nivel del corazón para favorecer el drenaje linfovenoso. Con ello se consigue cambiar las presiones dentro y fuera de los vasos sanguíneos, y también al elevar la zona afectada se aumentan las presiones que causan la entrada de líquido a los capilares de los vasos (reabsorción del edema). Debe realizarse de manera inmediata, ya que retarda la producción del edema mientras espera otros cuidados. Para recapitular lo expuesto, podemos afirmar que actualmente el siguiente procedimiento es el más adecuado a seguir en caso de una lesión:

1.  Aplicar una bolsa de hielo adaptada al relieve de la zona afectada, durante 20 minutos.
2.  Sujetar la bolsa de hielo con una venda elástica.
3.  Elevar la parte dañada 15-30 grados por encima del nivel del corazón. 4.  Estabilizar la lesión con un cabestrillo, muletas, férulas, muñequeras, tobilleras,…
5.  Quitar el hielo, manteniendo el vendaje compresivo (se mantiene constante). Si la persona está sudorosa porque estaba practicando deporte por ejemplo, se da una ducha manteniendo el vendaje compresivo (haría falta otro seco, para luego reemplazarlo).
6.  Después aplicar el hielo de nuevo.
7.  Repetir el proceso cada 2 horas.

La clave para el éxito del tratamiento es aplicar simultáneamente estos cinco conceptos, consiguiendo la posterior recuperación se reduzca muy significativamente.



Artículo escrito por Miguel Ángel Giner, fisioterapeuta y traceur.

Bibliografía consultada:

 - Knight KL. Crioterapia: Rehabilitación de las lesiones en la práctica deportiva. 6ª ed. Barcelona: Bellaterra; 1996.

 - Bleakley MC et al. Effect of accelerated rehabilitation 64on function after ankle sprain: randomised controlled trial. BMJ 2010; 340:c1964.

 - Bleakley CM, Connor SO, Tully MA, Rocke LG, MacAuley DC, McDonough SM. The PRICE study (Protection Rest Ice Compression Elevation): design of a randomised controlled trail comparing standard versus cyokinetic ice applications in the management of acute ankle sprain. BMC Musculoskelet Disord. 2007; 125: 1-8.

martes, 1 de enero de 2013

"Adaptación" (artículo resubido)

“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.” Charles Darwin

Cuando alguien empieza hacer parkour, lo normal es ver como centra sus esfuerzos en aprender una serie de movimientos, llamémoslos básicos, que probablemente haya visto en un vídeo o los haya encontrado detalladamente descritos en una lista de una página web. La mayoría comenzamos así: queremos aprender el gato, el ladrón, el rompemuñecas… y una vez los dominamos tratamos de combinarlos de diferentes maneras, bien en el mismo movimiento (gato-preci, longitud-rompemuñecas), o encadenándolos uno detrás de otro en un recorrido. A partir de aquí enfocamos nuestros entrenamientos a perfeccionar lo ya ha aprendido, haciendo los movimientos más precisos, más grandes, más fuertes.

Tomás Ezquerra

El problema, a mi parecer, es que muchas personas se quedan en este último punto, y su parkour no sigue evolucionando.

Creemos que mejoramos cuando hacemos un gato-preci y un doble gato más largos, o un salto de fondo o un grimpeo más altos, y pensamos que estamos estancados cuando no logramos hacer cosas más grandes. De lo que no nos damos cuenta es de que cada vez que salimos a entrenar, no importa donde, hacemos siempre lo mismo: Allá a donde vamos buscamos muros y vallas (o ramas y rocas) que se parezcan a lo que estamos acostumbrados, y si no los encontramos, o están dispuestos de manera diferente, decimos: “aquí no hay nada para hacer” o “aquí solo se puede hacer tal o cual cosa”. Es más, viajamos a algún lugar para entrenar y hacemos lo mismo que hemos visto hacer a otras personas en vídeos ¿o acaso no son iguales todos los vídeos de viajes a Lisses o a Londres?

Siempre lo mismo, si es más grande y a mayor altura, o más rápido y fluido, mejor. Y a menudo se nota cierta competitividad en el ambiente, en el sentido de querer hacer cosas más grandes que el resto, muchas veces corriendo riesgos innecesarios o forzando el cuerpo en exceso; todo para llamar la atención o sentirnos por encima de los demás.

Y todo esto no es sino consecuencia de una mentalidad cuadrada, pues vamos a entrenar y apartamos la rama de un árbol, quitamos la tierra de encima de un muro, secamos la superficie en la que queremos recepcionar, o incluso rompemos o movemos algo; todo ello para poder hacer lo que hacemos siempre, modificando el medio para ponernos las cosas más fáciles, olvidando algo fundamental en el parkour, la adaptación.

Con todo, no quiero dar a entender que trabajar para perfeccionar ciertos movimientos esté mal, todo lo contrario, pues ese trabajo nos proporcionará un control sobre nuestro cuerpo y una confianza muy importantes. Es evidente que resulta útil entrenar una serie de técnicas que la experiencia acumulada de muchos traceurs a demostrado que nos permiten superar de forma eficiente casi cualquier tipo de obstáculo, pero de la misma manera resulta útil realizar un entrenamiento físico que prepare nuestro cuerpo.

Entonces, si no se nos ocurre reducir nuestro parkour al acondicionamiento físico, ¿por qué lo reducimos a perfeccionar una serie de movimientos preconcebidos, y siempre de la misma manera?

Si buscamos que nuestro parkour sea eficiente, debemos entender que el movimiento útil es aquel que mejor se adapta al entorno. Por tanto, lo más relevante no es si nuestro límite está más cerca o más lejos, pues lo queramos o no siempre habrá un límite, ya que no podemos hacer las cosas cada vez más grandes o cada vez más rápido indefinidamente, somos humanos. Lo que es de verdad importante es la capacidad que tenemos para adaptarnos a un determinado entorno en función de nuestra condición física y nuestra habilidad técnica, así como la confianza que tenemos en ambas, para lograr un desplazamiento eficiente, rápido, bello, fluido, seguro, útil.
Y esa capacidad de adaptación en función de nuestras aptitudes no tiene límites, es difusa y difícilmente medible más que como sensación individual, no pudiendo dar lugar a ningún tipo de comparaciones.

Eso sí, es necesario entrenarla al igual que entrenamos el físico, la técnica y la mente. “Ha llovido y no se puede entrenar porque está todo mojado”, “me da miedo hacer esto porque es de noche y no veo bien”, “es que yo salto con la otra pierna”: ¡esos son los mejores momentos en los que poner a prueba nuestra capacidad de adaptación, y no hacemos más que quejarnos!

En definitiva, llega un momento en el parkour en el que es necesario romper nuestros propios esquemas para no estancarnos en la evolución y poder seguir progresando, volviendo a un movimiento más instintivo y menos calculado, un parkour más natural, más salvaje.

 

Tomás Ezquerra
Parkour Madrid
www.parkourmadrid.com
PKMD

"Día a día" (artículo resubido)

Se ha hecho plural. El Parkour ya no tiene casi nada de esa esencia underground que antiguamente se plasmaba en la vida de los que lo practicaban. Y eso no es malo.

Ahora esta disciplina es conocida, cada día más y por más gente, y parece que va a seguir siéndolo. A pesar de que en algunos reportajes aparezca el Parkour como un novísimo deporte y los traceur como una nueva plaga que se apodera de la ciudad, cada vez se ven más trabajos informativos mejor hechos y, poco a poco, la comunidad va tomando conciencia de lo que somos.

Pero todos estos aspectos positivos y ventajas que la información pública y el conocimiento significan no vienen solos. Traen de la mano el problema de la publicidad, el marketing y, dicho sea de paso, la competición.

Jesús López

No solamente la competición preparada y televisada, con jueces y premios. También la competición inconsciente que se da entre muchos practicantes que, por ser cada vez mejores y cultivar fama, a veces sin darse cuenta, arriesgan su pellejo, en ocasiones demasiado.

He visto gente sufrir lesiones innecesarias por un deporte que no le llena más que el ego. He visto personas afamadas por hacer saltos mal ejecutados y peligrosos. He visto gente transformarse desde la inseguridad al arrojo en un segundo solamente porque una cámara grababa. He visto luego esas escenas en vídeos y gente que, sin darse cuenta del peligro y la mala ejecución, los elogiaban. He visto gente que valora el qué por encima del cómo. He visto gente sin experiencia para valorar su propio límite sobrepasándolo brutalmente.

No vale la pena.

El Parkour tiene mucho más que ofrecernos que efímeros aplausos.

Hace poco le dije a una buena persona: “De todas las formas diferentes de hacer Parkour que hay, la más difícil es hacerlo de tal forma que el riesgo, que siempre está, sea mínimo. Hacer cosas difíciles y recibir aplausos es mucho más fácil que no hacer algunas cosas arriesgadas hasta no haber minimizado el posible riesgo...”.

El camino es lo importante, no el fin; a este cliché no se le suele prestar la atención que se debería. Piensa, ¿Cuántas veces has oído o leído “Ser y Durar”? ¿Cuántas veces eso no era solo una frase hecha?

El Parkour debería ser para guerreros del día a día. Debería ser el camino de toda una vida. ¿Quién quiere llegar hasta el final inmediatamente pudiendo disfrutar cada día del camino?
Practicar así sin duda es difícil.

Pero debo añadir que ese Parkour difícil ofrece muchas más satisfacciones y, aunque no nos llegan tan rápido como un aplauso o una palmada en la espalda, son mucho más profundas. Merece la pena vivirlo, merece la pena sentirlo.

Si quieres Ser y Durar, constrúyete poco a poco, a tu ritmo; diviértete con el movimiento, juega como un niño que está aprendiendo y no como un adolescente que cree saberlo todo. Disfruta de las posibilidades que te ofrece tu cuerpo y el entorno, explora, esfuérzate, entrena, descansa, piensa, aprende... pero nunca, nunca jamás vendas ese alma de niño por aplausos.

 

Jesús López
Parkour Madrid
www.parkourmadrid.com

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